Por Senador Alex Padilla

Tras décadas luchando para abordar las consecuencias de la crisis climática, junto a mis colegas en el Congreso logramos finalmente aprobar la Ley de Reducción de la Inflación. Esto nos permitirá tomar medidas sin precedentes para combatir el calentamiento global, y será un recordatorio de que nunca podemos dejar de pelear por las comunidades que representamos.

Las inversiones en energías limpias y las disposiciones para la justicia ambiental serán particularmente significativas para las comunidades latinas a lo largo de los Estados Unidos. Son ellos los más afectados por la contaminación tóxica, quienes pagan más costos energéticos y quienes están más expuestos a eventos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.

La Ley de Reducción de la Inflación, conformada a partir del liderazgo climático de California, representa una victoria emblemática en contra de los intereses especiales que históricamente han bloqueado los esfuerzos para abordar esta crisis, financiar la resistencia comunitaria e invertir en energías limpias.

Y su urgencia no podría estar más clara, particularmente ahora, cuando sequías, incendios forestales y eventos meteorológicos extremos se han convertido en nuestra nueva normalidad.

Los patrones de sequía en el oeste han empeorado de tal manera que la región está experimentando las condiciones más secas en mil 200 años. Nuevos mapas muestran que el 95 por ciento de California sufre de sequía extrema o severa. Solo este año la región superó con creces más de 130 récords de altas temperaturas, mientras que sufrían constantes olas de calor causadas por la crisis climática.

Todos los años, tratamos de prepararnos para lo peor y esperar lo mejor. Pero observamos con frustración que más y más incendios forestales destruyen hogares, negocios e invaluables parques nacionales y tesoros naturales. Actualmente hay 94 eventos de este tipo activos y de gran escala que han consumido 899,790 acres en CA, ID, MT, NV, OR, UT, WA, y WY. Es más, este año, 51,533 incendios forestales han carbonizado 6,801,009 acres en todo el país. Sólo en California, estos desastres han arrasado con 154,504 acres hasta el momento.

En estados del oeste como California, los latinos tienen dos veces más probabilidades de vivir en áreas amenazadas por incendios forestales que el resto de la población. Pero esto no sólo amenaza sus hogares y tranquilidad mental. La crisis climática está exacerbando la desigualdad sanitaria producida por la contaminación y las malas condiciones del aire en estas comunidades. En particular, los niños y niñas latinos han sido afectados por el empeoramiento de la calidad del aire, y tienen 70 por ciento más posibilidades de ser hospitalizados por enfermedades respiratorias, tales como asma, y tienen dos veces más riesgo de morir por estas causas.

En este momento en que celebramos el Mes de la Herencia Hispana, no puedo sino sentir satisfacción por la victoria que hemos conseguido para nuestra comunidad. Una que ha sido impactada por el clima extremo una y otra vez. Una que está severamente dañada por la polución del aire, que está sufriendo con los costos de la energía.

La Ley para Reducir la Inflación, a través de los $ 369 mil millones que tiene considerados para abordar la crisis climática, ayudará a las comunidades más afectadas por el cambio climático, como los Latinos, impulsando una economía de energías limpias, que reducirá la polución, bajará los costos de la energía, creará miles de trabajos bien remunerados y protegerá a las familias de las peores consecuencias de la crisis.

Además, con más de $60 mil millones asignados específicamente para la justicia ambiental y sus prioridades, esta legislación atraerá inversión directamente a comunidades desprotegidas, con proyectos liderados por ellos mismos y dirigidos a sus localidades. Y al mismo tiempo, abordará los crecientes costos con los que cargan las familias en California y a lo largo del país.

La Ley de Reducción de la Inflación, con todas sus medidas históricas, es sólo el primer paso de muchos que tenemos que emprender en orden a enfrentar la crisis climática, y asegurar el futuro de nuestros hijos, hijas, nietos y nietas. Para los Latinos en particular, actuar ahora tiene el potencial de ser un cambio copernicano para las generaciones que vendrán. Porque no sólo creará trabajos bien remunerados para nuestra comunidad, sino que también protegerá a nuestras familias de incendios forestales y otros eventos climáticos extremos, al mismo tiempo que mejorará la calidad del aire y fortalecerá la economía.

Así, tenemos la obligación moral de continuar con el impulso que esta victoria nos ha dado y de manera audaz asegurar acciones climáticas para todos. ¡Adelante, que sí se puede!

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